La delegación Chaco de la Cámara Argentina de la Construcción cierra el año y en este sentido, hizo un balance y planteó nuevos objetivos para el sector.
Fue uno de los sectores más perjudicados entre 2015 y 2019 producto de la paralización de todos los proyectos de la obra pública, fundamentalmente en las provincias norteñas, que casualmente no eran del mismo signo político que entonces comandaba la Casa Rosada.
Pasó el tiempo, soplaron otros vientos en la administración nacional y con ello se reactivó lo que había quedado inconcluso y se elaboraron y ejecutaron otros proyectos mayoritariamente de corte estatal.
Hoy, el fin de año encuentra a la construcción en la consolidación de un buen momento, que el cual pretenden que se extienda durante 2023 a partir de mantener la línea del año que se va y corregir algunas cuestiones sin alterar el espíritu.
Para ello, la delegación Chaco de la Cámara Argentina de la Construcción compartirá hoy su cena anual en la que junto con autoridades públicas, de entidades de la construcción y otros integrantes de la familia del sector, trazarán un panorama sobre lo realizado y los desafíos que se vienen.
Mauro Guidini, presiden[1]te de la delegación Chaco de la Cámara Argentina de la Construcción, repasó los avances que se dieron en los últimos años que incluso registra tibios avances desde el inicio de la pandemia, en pleno aislamiento social cuando la restricción de actividades era prácticamente plena por temor a que se expandan los contagios de Covid.
‘Fuimos una de las primeras provincias en establecer un protocolo de actuación, lo que nos permitió mantener un ritmo en un contexto que era preocupante para todos‘, sostuvo Guidini que recalcó que esa situación permitió mantenerse en pie a muchas firmas.
Concluida la parte más dura de las restricciones en 2020, y con la flexibilización que implicó el año que le siguió se iniciaron las reactivaciones de obras y con ello la recuperación del empleo.
‘Lo primero que se retomó fueron los planes de viviendas, se incorporaron trabajadores y el objetivo es llegar a las cifras que estaban en 2015‘, agregó.
En números, en agosto de ese año, Chaco registraba 15.000 obreros en la construcción, número que bajó estrepitosamente de forma sostenida hasta 2019, año en que lentamente se recuperó para llegar hoy a los 11.000 trabajadores formalizados.
‘Hay un buen trabajo con las autoridades, en cuanto a una distribución equitativa en la asignación de los proyectos que hacen que actualmente sean 160 las empresas registradas, las que en los últimos meses le asignaron o cuentan con obras por ejecutar‘, agregó Guidini.
PLANES SOCIALES
Consultado sobre las pro[1]puestas de incorporar a titulares de planes sociales al empleo registrado, indicó que deben ajustarse cuestiones referidas a su instrumentación e inscripción de las personas. ‘Estamos elaborando una propuesta para desburocratizar el acceso‘, indicó el dirigente y señaló que la Cámara cuenta también con espacios de formación de obreros y capataces.