Confort, calidez y conexión con lo simple de la vida son los principales pilares del hygge, el secreto danés para alcanzar la felicidad.
En los últimos años, un término se volvió popular en todo el mundo: hygge. Proveniente de Dinamarca, el país que se consagró como el más feliz del mundo en 2016, este concepto se convirtió en una verdadera filosofía de vida que promueve la felicidad y el bienestar. Gracias al hygge, los daneses encontraron el secreto para vivir una vida plena y acogedora.
Hygge, pronunciado “hoo-ga”, es un concepto danés que no tiene una traducción directa al español, pero se puede describir como una sensación de confort, calidez y felicidad en los momentos simples de la vida. Se trata de crear una atmósfera acogedora, de disfrutar de la compañía de seres queridos, de conectarse con la naturaleza y de encontrar placer en las pequeñas cosas.
El hygge se manifiesta de diferentes formas en la vida cotidiana de los daneses. En sus hogares, crean espacios acogedores con velas, iluminación suave, textiles cálidos y muebles cómodos. Priorizan los momentos de relajación, como leer un libro frente a la chimenea o disfrutar de una taza de café caliente en compañía de amigos y familiares.
Hygge: la fórmula danesa para una vida llena de bienestar y plenitud
La conexión con la naturaleza también es fundamental para experimentar el hygge. Los daneses disfrutan de paseos al aire libre, practican deportes en el exterior y se toman el tiempo para apreciar la belleza de su entorno natural. Esto les permite desconectar del estrés diario y encontrar serenidad en medio de la naturaleza.
Otro aspecto clave del hygge es la importancia de las relaciones humanas y la compañía de seres queridos. Los daneses valoran mucho el tiempo pasado con familia y amigos, organizando cenas acogedoras, fiestas caseras o simplemente compartiendo momentos de calidad juntos. La conexión interpersonal y el apoyo emocional son fundamentales para cultivar la felicidad y el bienestar.
El hygge también se extiende a la gastronomía. Los daneses disfrutan de comidas reconfortantes y sabrosas, como platos caseros, pasteles recién horneados y bebidas calientes. La comida se convierte en un ritual para disfrutar lentamente, saboreando cada bocado y compartiéndolo en buena compañía.
El hygge es un valioso recordatorio de que la felicidad se encuentra en los momentos simples y en la conexión con lo que nos rodea. La filosofía danesa enseña a apreciar la belleza de las pequeñas cosas, a crear espacios acogedores y a cultivar relaciones significativas.
