El patinador practica deporte adaptado mientras enfrenta la pérdida de la vista.
Pese a que actualmente se encuentra a punto de perder por completo la vista debido a una rara enfermedad degenerativa, Justin Bishop continúa aferrándose a su mayor pasión: el skateboarding y es ha logrado adaptarse a patinar usando un bastón.
Cuando apenas tenía 8 años, Justin fue diagnosticado con retinitis pigmentosa, una enfermedad que acabaría con su visión en algún momento de su vida.
Sin tomar en cuenta esta condición, Bishop continuó su vida y a los 10 años comenzó a practicar sus primeros trucos en la patineta y desde entonces se enamoró de este deporte.
Diez años después, Justin tuvo un accidente y fue declarado legalmente ciego, aunque todavía tenía la capacidad de ver, ya comenzaba a sentir los estragos del avance de la enfermedad.
Su principal objetivo entonces fue perfeccionar su técnica para cuando ya no pudiera ver nada y desde los 25 años ya no cuenta con vista utilizable. Fue entonces que dejó de patinar.
Durante cuatro años Justin enfrentó la depresión y se alejó de las pistas de patinaje, pero nunca olvidó cuánto amaba ese deporte. Por eso, tras el duelo, estuvo listo para convertirse en un representante del skateboarding adaptado.
El deportista ha declarado que al igual que cuando comenzó en el skate cuando tenía 10 años, aprender a patinar con el bastón le costó muchas caídas, pero sabe que todo es cuestión de práctica. Así es como afronta la posibilidad de desarrollar cataratas, lo que anularía al 100 por ciento su vista.
Actualmente, Justin participa en competencias de skateboarding adaptado en Estados Unidos, su país natal. En la pista se enfrenta a personas con otras discapacidades, como personas sordas o amputadas.
Justin Bishop ganó la medalla de bronce en la principal competencia de su país y ahora que el skateboarding ya es parte de los Juegos Olímpicos, su próxima meta es representar a Estados Unidos en la versión adaptada de este deporte.