Por tercera vez en menos de dos meses, el grupo de mandatarios provinciales que conforman la denominada “liga de gobernadores peronistas” se verá las caras con la intención formal de analizar la coyuntura económica mientras intentan consolidar al espacio como una reserva de poder, en un escenario complejo para el oficialismo con las elecciones cada vez más cerca.
La cita será en La Plata, en principio al mediodía, y tendrá como anfitrión al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Sin precisión de confirmaciones, se espera que estén representadas las 14 provincias que fundaron el espacio el 24 de junio en la provincia de Chaco.
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El tercer convite de los caciques provinciales se dará con una conducción nueva en el Ministerio de Economía que aporta otro contexto en el diseño de poder del Frente de Todos, la alianza gobernante. Las medidas económicas de los primeros 11 días de gestión de Sergio Massa serán el disparador de la reunión.
Los ejes, dejaron trascender, serán el impacto en la llamada “redistribución de subsidios” que tiene como fin, al decir de la secretaria de Energía Flavia Royón, alcanzar “tarifas justas” y terminar con el reparto de subsidios que durante décadas no logró discernir entre quienes tienen poder adquisitivo para pagar por la totalidad de la energía que consume y quienes precisan ayuda del Estado.
El impacto en sus distritos de la aplicación de esa política que marcó las primeras semanas de Massa y su equipo económico es lo que, aseguran, revisarán los gobernadores este mediodía en La Plata.
Los mandatarios “abrirán el paraguas” ante el plan de austeridad anunciado por el ministro, buscando que esa definición política no retacee los recursos de administraciones cuyos presupuestos suelen estar sustentados en un 70 u 80% por fondos de origen nacional.
La discusión por la reconversión de los planes sociales es otro de los ítems que aparece en el eventual orden del día de los gobernadores. Hasta ahora, el gobierno anunció que participaría a las universidades para llevar adelante una auditoría del universo de programas financiados por el Estado que administran organizaciones afines.
A ello se sumó en las últimas horas la versión de un anuncio inminente para orientar los planes sociales hacia una inserción en empleos formales. Las administraciones provinciales, en muchos casos, controlan a través de municipios o en ellas mismas la actividad de los beneficiarios de los programas sociales. Ese punto tendría lugar en el encuentro de la “Liga de gobernadores peronistas”.
