La ministra Sandra Pettovello solicitó la ayuda de las Fuerzas Armadas para entregar la mercadería almacenada en los galpones del Ministerio de Capital Humano, próximos a expirar.
Luego de la renuncia del secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, activó un operativo para la entrega urgente de las más de 5 mil toneladas de alimentos que se encontraban retenidos en depósitos desde hace casi seis meses.
La salida del funcionario se produjo argumentando que de la Torre no notificó a la ministra de la fecha de vencimiento de los productos. Anoche, el Ministerio de Capital Humano reconoció los problemas con los alimentos almacenados y activó un operativo de distribución inmediata con la colaboración del Ejército Argentino.
«Se pone en marcha un protocolo para la entrega inmediata de los alimentos de próximo vencimiento por medio del Ejército Argentino para garantizar una logística rápida y eficiente», destacaron anoche en un comunicado.
La denuncia sobre los alimentos retenidos fue presentada por Juan Grabois, referente del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE), por «incumplimiento de los deberes de funcionario público», y había solicitado una inspección en el lugar para conocer la cantidad y el estado de los alimentos. La información y la cantidad de alimentos fue dada a conocer tras un pedido de acceso a la información pública del medio El Destape.
La noticia había generado indignación ya que desde diciembre las organizaciones sociales y religiosas que sostienen comedores y merenderos no reciben asistencia del Estado, y los alimentos llevan al menos seis meses en los galpones.
Producto de esa denuncia, el lunes el juez federal Sebastián Casanello le ordenó al Ministerio de Capital Humano que informe qué cantidad de alimentos destinados a comedores sociales tiene almacenados y disponga su inmediata distribución.
El juez le encomendó al Ministerio de Capital Humano a que «elabore un plan de distribución de dichos alimentos en atención a su tipo, cantidad, fecha de vencimiento y grupo de destino, previendo su ejecución de modo inmediato; lo que deberá informarse de manera precisa en el plazo de 72 horas».
Ese mismo lunes, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que «no hay un solo alimento que tenga el riesgo de vencerse»y que la mercadería no correspondía a los comedores comunitarios, sino que «son reservados de forma preventiva para emergencias o catástrofes». Además, adelantó que el Gobierno apelará al pedido de la Justicia que ordenaba entregar los alimentos retenidos.
Adorni había señalado en su conferencia que «lo nuestro es un trabajo serio y no hacemos populismo. Por un lado tenemos la política de asistencia y por otro lado la mercadería para futuras catástrofes».