Desde el área del Ministerio de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos del Gobierno del Chaco aseguraron que el estado de la infraestructura y los servicios públicos “es dramático”, como consecuencia de una “administración irresponsable de la gestión anterior”. Precisaron números de deudas, obras paradas y la falta de stock de insumos para responder a la demanda.
De esa manera describieron la situación de la obra pública y los servicios en la Provincia del Chaco los representantes del Ministerio de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos, Hugo Domínguez, de Sameep, Nicolás Diez, de Secheep, Hilario Bistoletti, de Viviendas, Fernando Berecochea, de la APA, Jorge Pilar, del Puerto, Alicia Azula, de Vialidad Provincial, Omar Canela, de Infraestructura Escolar, Roxana Cerruti y el diputado provincial Carlos Salom, presidente de la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados.
”Desidia, falta de planificación e irresponsabilidad”
En tal sentido indicaron que “hay un común denominador respecto de la administración de la gestión Capitanich que tiene que ver con la desidia, la falta de planificación y la irresponsabilidad en la administración de recursos públicos”.
Señalaron como ejemplo los casos de Secheep que durante la gestión anterior permitió 80.000 conexiones irregulares, una deuda que escala a los $120.000 millones, sumado a los miles de millones que se deben por obras en el ministerio de infraestructura y en los demás entes públicos.
Precisaron que en el caso del Ministerio de Infraestructura, las obras están paradas, con deudas millonarias por falta de pago y sin redeterminación de precios de vieja data.
Por otra parte el caso del Instituto de Viviendas, con deudas millonarias que se por viviendas que se entregaron en la gestión anterior, sin los servicios básicos de luz, agua, cloacas, hasta sin puertas ni ventanas y las que están sin finalizar con obras paradas.
Otro de los inconvenientes calificados como “dramáticos” tiene que ver con la superpoblación de personal, incorporados incluso sin estar calificados para desempeñarse en organismos técnicos. Por ejemplo, el caso de Sameep que tiene 10 trabajadores por cada 1.000 conexiones, cuando los estándares indican que deben ser de 4 por cada mil, contando hoy con 3.150 empleados, cuando en 2007, cuando asume su primer Gobierno Capìtanich, sólo había 700. La empresa provincial mantiene deudas millonarias de gestiones anteriores y un déficit mensual de $2.000 millones.
Secheep sin medidores, sin transformadores, ni cables
Falta de medidores para entregar por parte de Secheep, también sin stock de transformadores y cables, para atender la demanda creciente durante el período estival.
En la Administración Provincial del Agua, con deudas millonarias y la falta de previsión y mantenimiento de los sistemas de defensas contra inundaciones, de las estaciones de bombeo y limpieza de canales de drenaje fluvial, en el Gran Resistencia y el interior provincial, todo en un estado precario.
Vialidad Provincial también con deudas varias veces millonarias, con rutas sin terminar, avenidas como la Falcón en Resistencia, abandonadas por las empresa adjudicataria por falta de pagos. Obras de asfalto en diferentes localidades del interior sin terminar o con actividades paradas.
En cuanto el Puerto de Barranqueras describieron la evidente falta de mantenimiento en maquinarias, como los autoelevadores y grúas y en la infraestructura de los edificios. Lo cual, en caso de colapsar, dificultará la operatividad del puerto, salida necesaria para la región para la producción.
En definitiva, luego de la descripción a grandes rasgos, aseguran que “la infraestructura y los servicios en la Provincia del Chaco que dejó la gestión Capitanich, están en un estado dramático”, que incluye la incertidumbre de las empresa constructoras que tienen deudas del gobierno anterior de larga data, muchas de las cuales, por esa causa, se encuentran es estado crítico, mientras sólo había plata para pagar a los amigos”.
Finalmente, aseguraron que “han dejado tierra arrasada, sobre la cual vamos a tener que reconstruir todo, en algunos casos desde cero, en todos los organismos, porque desde el Gobierno de Leandro Zdero entendemos que la obra pública representa necesidades de la población, detrás de cada obra hay una sociedad destinataria final de las obras públicas, que tienen demandas y necesidades”