El juicio político contra el máximo tribunal también fue impulsado por el Gobierno de la provincia tras el fallo sobre la coparticipación federal.
Los ministros de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, emitieron respuestas individuales a las acusaciones presentadas por la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Esta Comisión ha iniciado un proceso para acusar a los ministros por mal desempeño de sus funciones y proponer su destitución.
Los ministros Rosatti y Rosenkrantz han rechazado el proceso en su contra, denunciando irregularidades y respondiendo punto por punto a los cargos que se les imputan. Destacaron la importancia de preservar la independencia judicial y la amenaza que representa este proceso para ella.
En su respuesta, el presidente del Tribunal, Horacio Rosatti, señaló que el denominador común de las causales en su contra es la «disconformidad con el contenido de las sentencias». Subrayó que la Corte ha cooperado plenamente con la Comisión, proporcionando documentos y testimonios, y enfatizó que todos los empleados y funcionarios del Tribunal han cumplido con su deber legal.
Rosatti también enumeró una serie de irregularidades en el proceso, incluyendo la producción de pruebas sin intervención judicial, la obtención de información fiscal confidencial sin autorización y la incorporación de pruebas previamente declaradas inválidas en un caso judicial. Además, mencionó un trato hostil hacia los testigos y la formulación de cargos por hechos no incluidos en las denuncias originales.
El ministro argumentó que este proceso busca condicionar la resolución de causas pendientes y dificulta el ejercicio del derecho de defensa, ya que no pueden referirse a asuntos judiciales en curso. En su conclusión, afirmó que aunque se haya intentado afectar la independencia del Poder Judicial y de la Corte Suprema, ese objetivo no se ha logrado.
Finalmente, Rosatti respondió a cada una de las acusaciones en su contra, aclarando la legalidad de su elección como presidente de la Corte y destacando que, como presidente del Consejo de la Magistratura, no ha influido en las decisiones relacionadas con candidatos a jueces. Instó a declarar la improcedencia de los pedidos de juicio político y a archivar las actuaciones.
LAS PALABRAS DE ROSENKRANTZ
Carlos Rosenkrantz, vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia, presentó su defensa ante la Comisión de Juicio Político de Diputados. En su estilo directo, expresó que la facultad de acusación se utilizó de manera contraria al propósito constitucional, buscando condicionar, neutralizar o cooptar a la rama controlada para aumentar el poder de la rama controladora.
Rosenkrantz argumenta que algunos de los cargos presentados por la Comisión se basan en hechos objetivos que no constituyen irregularidades éticas ni legales. Otros cargos se basan en interpretaciones o valoraciones sin justificación o que son erróneas desde una perspectiva legal. Además, se mencionan cargos que construyen un relato para atribuirle faltas graves y falsas.
El vicepresidente de la Corte sostiene que este proceso busca socavar la separación de poderes y la legitimidad de la Corte Suprema, ya que apunta a condicionar o remover a los jueces cuyas sentencias no agradan a la mayoría parlamentaria. Considera que esto atenta contra el funcionamiento republicano del país.
Según filtró Clarín, fuentes del máximo tribunal indicaron que «la semana pasada se había acordado entre todos no responder a los traslados de la Comisión, ya que todo el proceso es un mamarracho al que no hay que prestarle atención ni mucho menos darle importancia».
«En la tarde del jueves sorpresivamente nos enteramos de que Rosatti y Rosenkrantz habían respondido, y luego de una discusión Lorenzetti y Maqueda resolvieron mantener lo acordado y no hacerlo», añadieron.
