Aunque es una forma habitual de comunicación canina, es común que parezcan emitirse sin motivo aparente. La importancia de estar atento para detectar las causas
Muchas veces un perro pareciera que ladra sin razón aparente y es en esos casos importante considerar que los ladridos son una forma de comunicación para ellos y que algo quieren contar.
Tal vez están tratando de llamar la atención o de expresar algún estado de ánimo, de ese modo. Por otra parte, existen ciertas condiciones naturales o algunas patológicas que afectan sus sentidos y los hacen sentir más vulnerables. Situación que se traduce, para el tutor, en ladridos que se emiten sin un motivo aparente.
No resulta recomendable ignorar estas conductas ni restarles importancia porque pueden ser indicativas de que algo está mal, por eso es fundamental estar atento y comprender las posibles causas para poder ayudar al animal de la mejor manera posible.
El ladrido no es otra cosa que un grito de alerta, un llamado de atención que avisa a la manada, a cachorros y adultos, a los caninos y a los humanos también (Imagen ilustrativa Infobae)
En los cachorros es común que realicen comportamientos exploratorios, de este modo aprenden a interactuar con su entorno, sus tutores y otros miembros de la familia. La manifestación de ello es mordiendo objetos o incluso las manos y pies de sus tutores durante el juego, así como emitiendo ladridos sin una razón específica.
A partir del mes y medio de vida, los cachorros comienzan a ladrar y también emiten vocalizaciones experimentales. Estas vocalizaciones, sumadas a los verdaderos ladridos, son parte de su proceso de aprendizaje y curiosidad, a través del mecanismo de prueba y error.
Muchas veces, los cachorros ladran para solicitar atención o expresar algunas necesidades básicas como comida, agua o cumplir con las pautas de evacuación aprendidas. Algunas veces puede ocurrir que los perros ladren hacia sus tutores sin una razón específica, otras para llamar su atención, expresar alguna necesidad o comunicar alguna molestia, como un objeto fuera de lugar o un sonido desconocido.
Las aparentes “sin razones” de los ladridos pueden resumirse en esta lista de posibles causas:
-Alertar a sus tutores sobre ruidos extraños, expresando su preocupación y buscando protección o intentando anticipar.
-Llamar la atención de sus tutores cuando tienen necesidades urgentes, como hambre, paseo o hacer sus necesidades según lo han aprendido.
-El estrés puede hacerlos ladrar para liberar la tensión acumulada.
-Pueden ser una señal de que el perro está enfermo o experimenta dolor.
-Si se sienten molestos debido a situaciones estresantes o incómodas que les causen malestar.
En la vejez, generalmente los perros suelen ladrar a sus tutores por deficiencias sensoriales y cognitivas, como también por motivos similares a los anteriormente citados. Los gerontes tiene causas propias algunas de las cuales podrían ser las siguientes:
-Falta de percepción del entorno: suele ocurrir que ladren más, ya que no pueden percibir claramente lo que sucede a su alrededor, lo que les genera inseguridad y motiva comportamientos problemáticos, como esos ladridos excesivos.
-Deterioro físico: El desgaste de las articulaciones, la pérdida de masa muscular y un sistema inmunológico más frágil, puede llevar a enfermedades dolorosas que afectan su movilidad, como la artrosis. A veces, el ladrido sin aparente razón en perros ancianos puede indicar dolor y la necesidad de evitar estímulos o interacciones que les causen dolor o incomodidad.
-Enlentecimiento de su metabolismo cerebral: los perros mayores son menos activos mentalmente, y ladran por tener problemas de disminución de su capacidad cognitiva es por ello que es importante brindarles la correcta relación vincular sostenida y adaptada a sus necesidades para mantener su salud sumado al afecto constante y a los cuidados específicos para asegurarles una buena calidad de vida.
Cuando un perro ladra sin razón aparente, es importante identificar la causa del problema para intentar buscar una solución.
En conclusión, es importante entender que los ladridos son una forma natural de comunicación para los perros y puede ser difícil evitarlos, pero podemos impedir que se conviertan en un problema de comportamiento excesivo y causen conflictos.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.