Juan Arregín, uno de los abogados de la madre de Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio en la ciudad chaqueña de Resistencia, no descartó hoy que la joven pudo haber estado embarazada al momento del crimen y que ese haya sido un detonante para cometer el asesinato.
«Es fundamental recuperar el contenido de los teléfonos de los acusados para determinar si pudo ser ese el detonante», dijo a Télam el letrado sobre esa hipótesis.
Según Arregín, quien representa a Gloria Romero junto a su colega Gustavo Briend, la pericia sobre los teléfonos de los suegros de la víctima, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, y su marido, César Sena, será clave para la investigación.
«Hoy se lo planteamos al Equipo Fiscal y es una cuestión que nos está haciendo mucho ruido, tenemos sangre de Cecilia cuando pensamos que no íbamos a tener, tenemos el ADN que nos dice que si, la gran pregunta si podemos determinar como se hace en cualquier embarazo de una mujer viva si esa sangre permitiría confirmar o desestimar alguna situación de embarazo», aseguró.
Y se preguntó: «¿Qué pasaría si un dato de embarazo acelera el desenlace y en un ataque de locura Marcela se la quiere sacar de encima?»
«La última vez que visitó un médico Cecilia fue en marzo, donde ella quería quedar embarazada. Gloria dijo ayer en una entrevista que ella le dijo que corte esa relación y no fuera mamá con César, entendiendo lo que significaba ese tipo de unión de por vida con esa familia», afirmó Arregín.
Por último, el abogado añadió: ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera habido un embarazo de pocos días y que ese embarazo haya llegado a conocimiento de esta mujer, desquiciada como lo es Acuña, y que esto aceleró toda la situación que termina con la muerte de Cecilia?»