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Ana Devin, la música que perdió parcialmente la audición y concientiza sobre la hipoacusia neurosensorial

Desde Vía País nos comunicamos con Ana. Tiene hipoacusia neurosensorial, una discapacidad que afecta a muchas personas, incluso jóvenes, y busca visibilizar el valor de la educación auditiva.

Ana trabaja en el mundo del arte desde los 17 años, pasó por teatros, tiene una banda, trabaja en fiestas y boliches. Hace un tiempo que no estaba escuchando correctamente hasta que decidió hacerse los chequeos y le diagnosticaron hipoacusia neurosensorial. En una entrevista con Vía País, explica la importancia de cuidar la salud auditiva.

En su Instagram se define como “Mocatriz”, por una famosa canción, que significa “modelo, cantante y actriz”, y su excentricidad se deja ver en cada música, obra y proyecto artístico. Ana Devin tiene 37 años, nació en Pilar y tiene un largo recorrido en el arte y el espectáculo.

LA GRANDIOSA TRAYECTORIA ARTÍSTICA DE ANA DEVIN

“Mis primeros pasos por el arte fueron estudiando danzas de chiquita, hasta que empecé a trabajar a los 17 años con Pepe Cibrián”, contó la artista a Vía País. Además, estuvo en musicales, en el mundo de la moda, la música, con distintas bandas, trabajó en boliches y fiestas y más: “Hice todo tipo de cosas random para sobrevivir”.

Actualmente, trabaja como productora artística de las fiestas Plop y La Puerca, es la cantante de Ramen, una banda de rock alternativo, que tiene muchas fechas programadas e incluso teloneará a Los Cabezones en Vorterix este 16 de julio. Además, trabajó, hasta este domingo 25 de junio, en Cuando no quieras sentir, una obra musical, junto a su hija de 11 años. “Estamos chochas compartiendo escenario”, expresó.

SU DIAGNÓSTICO DE HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL

Ana contó cómo fue el proceso hasta dar con el diagnóstico de esta discapacidad: “Fue algo progresivo con los años, yo siempre trabajé mucho con la música, en teatros, con sonidos muy fuertes y también trabajé casi 10 años en boliches y siempre estoy expuesta a ruidos fuertes”, explicó.

“Yo siempre menosprecié el hecho de la pérdida auditiva”, declaró. Hasta que comenzó a darse cuenta de que no escuchaba bien a quienes se querían comunicar con ella. “Mi hija me llamaba desde la parte de arriba de mi casa y yo no me daba cuenta, también me costaba escuchar la palabra hablada o cuando me resfriaba y escuchaba poco, pensaba: debe ser porque estoy resfriada y estoy más taponada”, confesó.

Ana se había hecho una audiometría, pero menospreció el resultado: “Luego, trabajando en el programa Canta Conmigo Ahora como jurado, estaba compartiendo asiento con Nacho Mintz, que siempre fue mi otorrinolaringólogo y me dijo que se había cuenta de que no estaba escuchando bien y ahí me fui a hacer una prueba tonal”.

Fue a varios audiólogos hasta que dio con la indicada, que le hizo la prueba. Desde ese entonces, usa audífonos para algunas situaciones, no para trabajar de noche ni para tocar con su banda, pero sí en su uso diario. “Los equipos son extremadamente caros y creo que para alguien que no tiene suficiente llegada económica es muy difícil proveerse de un buen equipo”, manifestó.

Devin explicó cómo lo vive en primera persona: “El cerebro manda una orden que es la cotidiana desde que naciste. Yo no nací así, yo perdí la audición, entonces la percepción es neurosensorial: por momentos pienso que escucho y descifro una cosa cuando en realidad me dijeron otra. Por eso es necesario el uso del audífono”.