“Esa será una batalla que todos tendremos que pelear en los próximos años: defender nuestro capital humano contra la IA”, dijo el icónico músico británico.
Recientemente, la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta que parece seducir fácilmente al hombre de la era de la inmediatez, facilitando muchas cosas, pero brindando nuevos problemas y cuestionamientos. Ahora, este debate ha llegado al campo de la música y mientras que muchos artistas lo consideran una amenaza, otros lo ven como una oportunidad para llevar la creatividad a otro nivel.
En medio de la discusión, Sting expresó su preocupación sobre un inminente enfrentamiento entre el ser humano y la inteligencia artificial en el ámbito de la composición de canciones. En una entrevista con la BBC, el exvocalista de The Police hizo notar su escepticismo ante los procesos creativos dirigidos por la IA y subrayó la esencia insustituible del ingenio humano.
“Los componentes básicos de la música nos pertenecen a nosotros, a los seres humanos”, señala. “Esa será una batalla que todos tendremos que pelear en los próximos años: defender nuestro capital humano contra la IA”.
Argumentando su posición, el artista comparó la música generada por IA con la experiencia de ver una película con imágenes generadas por ordenador (CGI por sus siglas en inglés). “Me aburro inmediatamente cuando veo una imagen generada por computadora. Imagino que sentiré lo mismo cuando la IA haga música… Puede que para la música electrónica o dance funcione. Pero para canciones, ya sabes, que expresen emociones, no creo que me conmueva”.
Los comentarios de Sting llegan en un momento en el que las innovaciones impulsadas por la IA en la industria musical están ganando adeptos. La semana pasada, Spotify lanzó su función “AI DJ” en el Reino Unido e Irlanda. Esta tecnología aprovecha la inteligencia artificial para reconocer los hábitos de escucha de los usuarios y sugerirles nuevas canciones adaptadas a sus preferencias. Esta pretende actuar como una guía personalizada de IA que comprende íntimamente los gustos musicales de cada usuario, y crear una experiencia individual mucho más afín.
Sin embargo, esto es apenas el comienzo. Las redes sociales cada vez están más colmadas de contenido generado artificialmente, difundiendo canciones de un artista, interpretadas por otro. Incluso han logrado recrear un supuesto álbum “perdido” de Oasis, como crear colaboraciones entre músicos con recursos muy fieles a lo que sonarían en realidad.
La opinión de Sting se hace eco de la de otros destacados artistas que han expresado su preocupación por la invasión de la IA en el proceso creativo. El icono de la música Nick Cave, por ejemplo, expresó inequívocamente su descontento con la tecnología, afirmando: “ChatGPT debería irse a la mierda y dejar en paz la composición de canciones”. Estos sentimientos ponen de relieve la importancia de preservar el toque único del arte humano y la expresión creativa.
A medida que la industria musical siga adoptando los avances de la tecnología de IA, es probable que se intensifique el debate sobre el papel de esta, no sólo en la composición de canciones, sino en todo el proceso creativo detrás de la música. Aunque la IA puede ofrecer nuevas posibilidades y herramientas innovadoras a los artistas, intérpretes como Sting subrayan el valor insustituible de lo que se concibe como humano. La batalla entre el hombre y la tecnología está a punto de dar forma al futuro de la música, y sólo el tiempo dirá qué fuerza saldrá triunfante.