Con la llegada de los mosquitos en el verano, existen diferentes repelentes naturales para ahuyentarlos. Uno de ellos, es el vinagre blanco con limón.
El verano trae consigo diferentes tipos de insectos. Uno de ellos son los mosquitos, que pueden ser vectores de enfermedades como el dengue, el zika y el chikunguña. Por ende, para evitar sus picaduras, existen repelentes caseros a base de vinagre blanco y limón.
El vinagre blanco se ha caracterizado por tener un olor intenso y particular. Este factor permite atacar y ahuyentar cualquier tipo de hongos, bacterias, microorganismos, y algunos insectos, como las moscas y mosquitos. En el caso del limón, este mismo tiene un componente que no les gusta a los insectos, como es el ácido cítrico.

Ahora bien, para utilizar estos repelentes naturales, se deben cortar los limones por la mitad y mojar los trozos con vinagre blanco. Seguidamente, se coloca la fruta en uno o más platos para después trasladarlo a las ventanas de los cuartos.
Esta combinación permite que se desprenda un «olor» inoloro para las personas pero desagradable para los mosquitos. Por lo que esto permite que los insectos no se acerquen a cualquier cuarto que tenga este tipo de repelente.

Seguidamente, el remedio puede durar varias semanas. Esto depende del limón, dado que, conforme se va secando, hay que echarle más vinagre o desechar la fruta directamente.
Otros tipos de repelentes naturales contra los mosquitos
Otra forma de ahuyentar a los insectos es mediante el limón y clavos de olor. En este sentido, se debe cortar el limón por la mitad y colocar los clavos en la pulpa de la fruta. Seguidamente, se ponen en cualquier parte de la casa para ahuyentar a los insectos.
