El menor de 14 años está internado en grave estado, aún continúa sedado y su familia confesó sentirse «aturdida». Los tres involucrados en el hecho no están detenidos.
El viernes 20 de enero, el pequeño de 14 años, Matías Rodrigo, fue embestido por un grupo de jóvenes motociclistas que, según testigos, corrían picadas sobre la calle Alberdi de General San Martín. El menor de edad había salido de su casa para buscar de la calle la pelota que se les había escapado mientras jugaban al fútbol.
Desde aquel momento, comenzó para su familia una «agonía» en medio de una situación que -cuentan- los dejó «aturdidos».
Sobre el estado de salud de Matías, quien se encuentra internado en el Hospital Perrando, su madre Romina Zoloaga contó: «Hoy quisieron despertarlo porque pasaron las 72 horas, lo despertaron pero el cerebro de él no aguanta, tiene mucha presión, lo tuvieron que sedar de nuevo. Ayer estuvo con la presión muy alta, por eso se lo está medicando también para que la presión no suba mucho como anoche. No hay pérdida de sangre».
«El estado de él es grave, crítico porque el cerebro está inflamado, está con un catéter para drenar líquido. Es el día a día, los minutos que pasan, solo depende de la voluntad que ponga mi hijo y está en mano de Dios. Tenemos mucho tiempo para estar acá porque son muchos golpes», agregó la madre con voz angustiada.
La mujer reside junto a su hijo en la localidad de San Martín pero tras el terrible hecho está alojada en la casa de la hermana de su excuñada.
LOS MOTOCICLISTAS NO ESTÁN DETENIDOS
Los jóvenes que protagonizaron el hecho son tres y todos tendrían 23 años. «Están sueltos, lo único que sé es que les sacaron las motos, dos de ellas son de alta cilindrada. Esas dos motos venían adelante y cuando lo ven a mi hijo se abren y le impacta el que venía atrás que es una Honda Wave. Sé que el que lo atropelló N. Medina, los tres tienen 23 años y en ningún momento los detuvieron», relató Zoloaga.
Según le explicaron para detener a los jóvenes primero deberían conocerse el resultado de las pericias.
La mujer también contó que a su madre no le quisieron tomar la denuncia. «Le dijeron que tenía que ir yo con el padre, yo con el padre estoy separada hace mucho tiempo, la que está a cargo de Mati soy yo. Me pidieron que yo me vaya a San Martin a hacer la denuncia, yo no lo voy a dejar solo a mi hijo acá», señaló.
SOBRE EL DÍA DEL HECHO
«Los tres estaban jugando picadas, hay testigos de que en la plaza ya estaban andando en alta velocidad y estaban haciendo «willy». Mi hijo estaba en la casa de su abuela paterna cuando ocurrió esto, yo me fui y había un grupo de 10 chicos y todas las motos eran grandes, las dos motos que se abrieron estaban también ahí», reconstruyó la mujer.
Finalmente añadió: «Mi hijo siempre fui cuidadoso, tan cuidadoso es que no dejó que salga su primo afuera a agarrar la pelota. Él miró la calle, hay testigos de eso».
Para los gastos médicos y los gastos que implican estar a tantos kilómetros de su casa, la familia de Matías vende diversos objetos pero también sus allegados apelan a la solidaridad de las personas.
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