Las fuerzas de seguridad trasladaron a los seguidores del ex presidente que permanecían reunidos frente al cuartel general del Ejército, en cumplimiento con la orden del Supremo Tribunal para despejar la zona
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y los jefes de los poderes Legislativo y Judicial, llamaron a mantener la “serenidad” y “defender la democracia” en paz, tras el intento de golpe de Estado de miles de radicales bolsonaristas.
“El país necesita normalidad, respeto y trabajo para” alcanzar “el progreso y la justicia social”, señaló la nota conjunta firmada por Lula, los jefes del Congreso y la presidenta de la Corte Suprema, Rosa Weber.
Lula se reúne con jefes de los tres poderes del Estado
El presidente y jefe del Ejecutivo se reunió con líderes de los tres poderes. Según informó Globo, en el encuentro estuvieron el vicepresidente, Geraldo Alckmin, y otros ministros del Ejecutivo; la presidenta del Supremo Tribunal Federal junto a otros ministros de la corte; el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y el presidente en ejercicio del Senado Federal.
Al menos 1.200 personas fueron detenidas por la Policía Federal frente al cuartel general del Ejército en Brasilia, según informó Globo tras el inicio de los operativos para desalojar los campamentos bolsonaristas.
Los simpatizantes del ex mandatario están siendo trasladados a la sede de la Policía Federal en al menos 40 autobuses, según el periódico brasileño.
El Supremo Tribunal había dado un plazo de 24 horas a las fuerzas de seguridad para que desalojen las concentraciones de los grupos que en la víspera asaltaron los edificios de los poderes del Estado.
Esta mañana, la Policía les dio un plazo de una hora para sean transportados por voluntad propia, tras lo cual la mayoría de los bolsonaristas desmontaron pacíficamente el campamento.
Según el Ministerio de Justicia, los bolsonaristas serán identificados para intentar establecer si participaron en los ataques violentos del domingo y fichados por si en un futuro surgen pruebas en su contra.
Tan solo permanecerán arrestados los que sean señalados como participantes en los actos vandálicos y los que tengan algún indicio en su contra. Los presos se sumarán a las cerca de 300 personas que fueron detenidas el domingo por su responsabilidad en los ataques.