La electroestimulación (EMS) se ha convertido en uno de los métodos de entrenamiento y de recuperación más de moda entre los deportistas en estos últimos años. Si bien su popularidad ha caído en picado desde su aparición, muchas personas se decantan por invertir su dinero en este tipo de método en busca del santo grial, ya que lo consideran como una opción rápida y eficaz para entrenar, perder peso y conseguir sus objetivos.
A pesar de que la electroestimulación puede llegar a convertirse en un gran aliado para el deportista tanto en entrenamientos como en recuperación, existen ciertos aspectos que deberían tenerse en cuenta. Por ello, a continuación te revelamos cuáles son los pros y contras que encontrarás si utilizas este método.
¿Qué es la electroestimulación?
Se trata de una técnica que utiliza corriente eléctrica para provocar contracciones musculares. Gracias a ella, se reclutan más fibras y se consigue un trabajo mucho más intenso en menos tiempo.
Lo cierto es que dicho de este modo suena bastante bien, ¿verdad? Todo el mundo desea obtener los mejores resultados posibles en el menor tiempo y sin sufrir demasiado, pero, realmente, la electroestimulación no debería suplir en ningún caso la práctica deportiva. Más bien se trata de una técnica que podríamos combinar en algunos casos.
¿Cuál es la diferencia con el TENS?
Es habitual confundir los aparatos de electroestimulación (EMS) con la Estimulación Eléctrica Nerviosa Transcutánea (TENS), si bien es cierto que existen en el mercado aparatos con ambas funcionalidades. A diferencia de los electroestimuladores, que trabaja el estímulo de fibras nerviosas motoras (superando el umbral motor para tonificar y potenciar musculatura), con el TENS se pretende un efecto analgésico, reducir el dolor a través de estímulos en las fibras nerviosas sensitivas.
Beneficios
Ahora que ya sabes en qué consiste la electroestimulación, veamos cuáles son sus principales beneficios y ventajas:
- Provoca una mayor activación muscular y contracción de las fibras. En estos casos se llegan a reclutar fibras que serían imposibles alcanzar con contracciones voluntarias.
- Al ser un tipo de ejercicio que no produce un gran cansancio, hace que el usuario tenga un mayor aguante durante la sesión.
- Se produce una mejoría de la fuerza y la resistencia.
- Mejora la capilarización. Ofrece una elevación de la circulación sanguínea, así como del riego linfático.
- Elimina las sustancias tóxicas del cuerpo.
- Puede ayudarte en la recuperación tras una sesión de entrenamiento, y en la mejora de ciertas lesiones.
Contras
Como hemos mencionado anteriormente, a pesar de que esta técnica aporta una serie de beneficios y ventajas al deportista, también contiene algunas desventajas y aspectos a tener en cuenta:
- No se logra tanto volumen muscular como se produce con el entrenamiento voluntario, por lo que no es una técnica adecuada para el trabajo de hipertrofia.
- No permite entrenar el control ni la coordinación muscular.
- Puede llegar a producir una rotura fibrilar, e incluso, en casos más graves, una rotura muscular.
- Si se lleva a cabo un tipo de entrenamiento que supere la tolerancia del deportista podría producirse una rabdomiólisis. Se trata de una patología que se genera por la descomposición de la fibra muscular con la liberación al torrente sanguíneo. Si se da un caso de rabdomiólisis muy grave puede desencadenar un fallo renal agudo.
- Según algunos médicos especialistas, el usuario puede sufrir un cuadro agudo de epilepsia.
- Para las mujeres embarazadas la electroestimulación resulta algo contraproducente si se aplica en el área del abdomen, pudiéndose utilizar en el resto del cuerpo. En el caso de los chalecos de electroestimulación, no se aconseja su uso en absoluto, ya que se trata de una prenda bastante ceñida que puede generar presión.
¿Se recomienda la electroestimulación?
El uso de esta técnica está especialmente recomendada para deportistas experimentados que deseen mejorar su condición física, o recuperar ciertas zonas de su cuerpo tras un entrenamiento o competición (en este caso aplicando frecuencia fija baja), rehabilitación e incluso en la prevención de lesiones. Siempre debe combinarse con la práctica deportiva convencional, ya que ésta no debe abandonarse. Una sesión a la semana de electroestimulación sería suficiente.
En el caso de personas no deportistas y sedentarias habría que ser algo más cauteloso con su uso. Sería recomendable comenzar esta técnica poco a poco, sin excedernos con las intensidades. Por supuesto, también debe combinarse con ejercicio, y es altamente recomendable que sea supervisada por un profesional.
En conclusión, la electroestimulación resulta ser una buena opción de entrenamiento y recuperación para combinar con el ejercicio físico en casos de personas en buen estado físico.