Los precios al consumidor de Brasil cayeron por tercer mes consecutivo en septiembre, mostraron el martes los datos de la agencia gubernamental de estadísticas IBGE, beneficiándose de los importantes recortes a los impuestos sobre los combustibles y la electricidad antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
El índice de referencia IPCA cayó un 0,29% el mes pasado, dijo el IBGE, una baja menor que el 0,34% previsto por los economistas y una desaceleración respecto a la caída del 0,36% observada en el mes anterior.
En los 12 meses hasta septiembre, la inflación alcanzó el 7,17%, por debajo del 8,73% del mes anterior, aunque ligeramente por encima de la previsión del 7,1%.
Las caídas de los precios al consumidor se produjeron gracias a un agresivo ciclo de endurecimiento monetario por parte del banco central del país y a los recortes de impuestos estatales destinados a reducir los elevados precios de la energía, que han estado perjudicando la popularidad del presidente Jair Bolsonaro.
La mayor economía de América Latina también se benefició de la reciente caída de los precios mundiales del petróleo, que permitió a la petrolera estatal Petrobras reducir los costos de los combustibles de las refinerías en el período.
