Cultura

Un argentino le saca fotos al cielo y es premiado por la NASA

Es la segunda vez que el aficionado a la fotografía astronómica, Gerardo Ferrarino, fue reconocido por el mayor organismo a nivel mundial especializado en esta ciencia

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) seleccionó la foto de un argentino como “la fotografía astronómica del día”, también conocida como APOD por sus siglas en inglés (Astronomy Picture of the Day). Se trata de un reconocimiento que esta entidad hace a personas de distintas partes del mundo por el valor estético y educativo de las imágenes que logran capturar.

De esta manera, a través de su página web Sky, la NASA comparte imágenes en las que se pueden ver distintos cuerpos celestes y fenómenos que registran aficionados con sus cámaras. Esto tiene mucho peso e importancia para las personas fanáticas de la astronomía y la fotografía.
“Estoy súper contento”, celebró el ganador del premio, Gerardo Ferrarino. Tras ello, remarcó la importancia del reconocimiento, que implica el aval de los científicos que trabajan en dicho organismo, y agregó: “Es una locura que la NASA publique una foto tuya en su página. En ese mismo lugar, hay fotos de los mejores astrofotógrafos del mundo. Por eso, que una foto tuya esté ahí la verdad es un logro increíble”.

La primer foto con la cual Ferrarino obtuvo su primer APODNASA

Gerardo se inscribió al concurso y mandó algunas fotografías que él había tomado en su tiempo libre. Entre ellas, se destacó una que sacó el 28 de agosto de este año en Villa Traful, un pueblo en Neuquén que se encuentra a unos 100 kilómetros de Bariloche y San Martín de los Andes. Como está alejada de la luz que emanan las grandes ciudades, está ubicación es perfecta para tomar este tipo de imágenes.
En la foto ganadora del APOD se puede observar un arco de estrellas que se asoma entre las montañas y se refleja en el lago. “Ese es el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y en el hemisferio sur, durante el invierno, se ve bien alto”, explicó. Consciente de eso, buscó un lugar desde donde poder apreciar un cielo “limpio”.
De todos modos, no fue un acto improvisado sino que, tal como reveló Ferrarino, “la foto ya la tenía planificada”. Esto se debe a que este tipo de imágenes llevan mucha preparación y, para lograrlas, se deben cumplir muchas condiciones. Por ejemplo, el cielo tiene que estar despejado y no debe haber luz lunar, ya que este satélite natural “actúa como un farol gigante en el cielo y tapa los demás objetos más tenues del espacio profundo”. Además, para captar el reflejo del cielo en la laguna, tampoco debe haber viento.

La fotografía con la cual Ferrarino que recibió el premio APOD este añoNASA

La imagen panorámica que envió a la NASA está compuesta por 10 fotos, tomadas para captar la mayor parte del paisaje que tenía enfrente: “Hice cinco fotos de 180 grados tomando parte del lago, el suelo y las montañas. Luego, subí la cámara y tomé cinco más para captar bien todo el arco galáctico”, detalló.

En ese mismo sentido, Ferrarino reflexionó sobre todo el trabajo que hay detrás de cada foto que se toma al cielo: según explicó, antes de sacar una astrofotografía, es necesario dedicar mucho tiempo, estudio y planificación para poder lograr el efecto deseado. De hecho, si uno no obtiene la foto que desea, puede llegar a tener que esperar un mes o un año entero. “Algunos objetos salen una o dos veces al año; así que, si no las sacás, tenes que esperar otro año”.
Gerardo Ferrarino vive en Viedma, Río Negro, y es un aficionado a la astrofotografía desde 2018. Atraído por las fotos nocturnas, hizo un curso que lo llevó a apasionarse por la astronomía y a adoptarlo como un pasatiempo. Es así que en la temporada del verano trabaja arduamente administrando cabañas en la ciudad costera de Las Grutas para luego tomarse un descanso en el invierno, en donde se aboca a captar imágenes del cielo.

En noviembre de 2020, ya había recibido este mismo premio. En ese entonces, fue reconocido por una foto que sacó en Bahía Creek, en Río Negro. En ella, se puede ver un paisaje de médanos y, a lo lejos, a dos personas caminando bajo un cielo plagado de estrellas. De hecho, se puede divisar a Andrómeda, la galaxia más cercana a la nuestra, que se encuentra a 2,5 millones de años luz.
“Yo había logrado tomar esa galaxia, que era muy tenue, y por eso, necesitaba un cielo muy oscuro. Encima, se ve muy baja, lo que es peor aún porque es difícil que se vea cuando está en el horizonte”, recordó Gerardo, que consideró que esta foto fue mucho más complicada de capturar que aquella por la que lo reconocieron este año.