Once gobernadores y dos vicegobernadores peronistas se dieron cita este mediodía en la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires, para llevar adelante una nueva reunión de la Liga de Gobernadores, un ámbito de discusión política desde el cual los mandatarios buscan fortalecerse como bloque político para hacer mella en la agenda del gobierno nacional. Esta vez hubo cinco temas para hacer llegar al gobierno nacional: Presupuesto 2023, continuidad de obras públicas, mercados populares, laboratorios públicos de medicamentos y transformación de planes sociales en empleo genuino adherido a la protección del ingreso familiar con “políticas tarifarias que contemplen principios esenciales de equidad y accesibilidad”.
Con la reunión de este viernes, la Liga lleva ya tres encuentros. La del día de hoy incluyó un almuerzo -asado- en el Salón Francés de la Residencia de la gobernación bonaerense, en pleno centro de la capital provincial. Los gobernadores entraron y salieron sin hacer declaraciones a los medios. El último en llegar fue el mandatario de Chaco, Jorge Capitanich, uno de los más entusiastas al trabajo del bloque de gobernadores. De hecho ya ofició de anfitrión en un encuentro anterior.
Los gobernadores plantearon un documento de cinco ítem con pedidos directos, sin explicitar, al gobierno nacional y a la gestión del nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, además de a la oposición. Primeramente piden que este año finalmente sí se apruebe el Presupuesto 2023, situación que no se dio para el año en curso. Para ello, indicaron: “Hay propiciar un amplio consenso para obtener la sanción del presupuesto 2023 con criterio federal e inclusivo, a los efectos de evitar que la Ley Fundamental de la Nación no sea objeto, una vez más, de disputas sectoriales ni especulaciones electorales”.
Además, en el marco de un plan económico que empieza a transitar con la llegada de Sergio Massa al frente de la política económica del país, también exigieron “garantizar la continuidad de los programas de obras públicas y viviendas con el objeto de dinamizar la actividad económica y facilitar el acceso de los derechos sociales de nuestra comunidad”.
En la búsqueda o aporte para combatir la escalada de precios en los alimentos, los mandatarios pidieron “promover la producción de alimentos de buena calidad y precios accesibles, coordinando acciones entre los distintos niveles estatales a través de redes de proveedores locales y mercados populares”. Uno de los que más puja por esta decisión es el bonaerense. En abril de este año, Kicillof anunció el programa de Mercados Bonaerenses, una política de ferias itinerantes en distintos distritos. Además de la construcción de mercados locales. La última muestra fue el Mercado Lomas, un emprendimiento de características similares al Mercado Central, que funciona bajo la lógica de productor-consumidor sin demasiados intermediarios para abaratar el precio final de mostrador.
El Mercado Lomas, ubicado en la terminal de ómnibus de Lomas, en Villa Fiorito, fue inaugurado la semana pasada con un contundente acto del que participó el presidente Alberto Fernández. El próximo mercado de este tipo a inaugurarse en territorio bonaerense será el de Ensenada, un hangar de grandes dimensiones (una manzana entera) para ofrecer productos a bajo costo, según adelantó el intendente de ese distrito, Mario Secco.