Economía Nacionales

Salida del cepo y baja en las retenciones: la macro podría ayudar al agro el próximo año

Mientras avanza la campaña gruesa, los productores ven a corto plazo un escenario de baja o nula rentabilidad, sin embargo un combo local e internacional podría beneficiar al sector productivo e impulsar una baja en los DEX.

Las precipitaciones registradas en el mes de octubre fueron determinantes de cara al inicio de la siembra de soja de primera. Con las lluvias -y ante la confirmación de los datos alentadores sobre la menor presión de la chicharrita en el maíz- muchos productores se arriesgarán a sembrar maíz tardío, además del sorgo y girasol que por distintas razones surgieron como opciones bastante apetecibles. Así, uno de los interrogantes mas fuertes que tenía el agro encontró respuestas, al menos por las próximas semanas.

Con un panorama climático encaminado, la superficie a sembrar con soja en la campaña agrícola 2024/25 se sostiene en poco mas de 19 millones de hectáreas a nivel nacional, sin embargo lo que quita el sueño de miles de productores es si efectivamente será un negocio rentable o no.

Salir de la situación de sequía en mas del 80% de las zonas productivas del país fue sin dudas la mejor noticia del segundo semestre del año, pero el principal cultivo de la Argentina enfrenta un desafío enorme: según indicó la Bolsa de Comercio de Rosario, la oleaginosa tiene un margen que no supera los 300 u$s/ha en campo propio y es negativo en campo alquilado.

Atrás quedaron las épocas en las que el negocio financiero podía revertir un escenario desfavorable: ahora hay que ser eficiente y jugar muy bien el partido agronómico. De hecho, la salida que muchos proponen para ganar en rentabilidad esta campaña es la incorporación de fertilizantes para lograr -si las lluvias lo permiten- los escenarios de rendimiento necesarios para ganar en lugar de perder o salir hechos.

La estabilidad macro, clave en el camino a hacia la rentabilidad

Mientras avanza la campaña agrícola, los productores deben seguir muy de cerca el funcionamiento de la economía. Es que justamente uno de los aspectos que recorta las ganancias de los productores son los altos costos internos y por supuesto la continuidad de las retenciones, que bajan el precio de los granos en el mercado interno y le ponen un disminuido tipo de cambio a la exportación.

David Miazzo, economista y director de DataMiazzo, aseguró a Ámbito que “tenemos precios de los granos por debajo de la media, no son necesariamente precios bajos, pero sí están por debajo de lo que hemos visto en otras épocas y costos en pesos que crecen con la apreciación cambiaria que presionan sobre los márgenes. Son los fletes, las labores agrícolas, que con un dólar bajo empiezan a presionar mucho sobre el margen en un contexto donde tenemos derechos de exportación, que recordemos se pusieron después de grandes devaluaciones o de subas de precios. Hoy no tenemos ninguna de estas dos realidades pero los derechos de exportación siguen. El agro es el que menos tipo de cambio necesita, porque es de los sectores más competitivos de la economía: el problema es que hoy tiene un tipo de cambio efectivo mucho menor y eso afecta la rentabilidad agrícola. Si no cambia nada va a estar complicada esta campaña y también la próxima”.

Retenciones y perspectivas para 2025

La semana pasada se conoció el dato de liquidación de divisas, que llegó al récord de los u$s2553 millones (+ 243% versus igual mes de 2023) según datos de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC). En lo que va del año, ya ingresaron al país divisas por u$s21.125.340.077, lo que implica una suba del 21%. La tendencia indica que en lo que resta del año, los números serán positivos en la comparación interanual.

Este tipo de indicadores son clave para la macroeconomía, donde Miazzo también ve luz al final del camino. “Creo que vamos a una reducción de la inflación, vamos a cerrar este año por debajo del 3% y el año que viene vamos a estar con un promedio de inflación mensual por debajo del 2% para ir a la segunda parte del año al 1% y con cierta estabilidad cambiaria”. Según el economista, “esto repercutirá en que los salarios le sigan ganando a la inflación y que haya recuperación económica”.

Sin embargo, Miazzo advirtió que para el sector agrícola el panorama será complejo al menos hasta 2026, ya que recién para ese entonces podría haber una reducción significativa de los derechos de exportación. Incluso, si tenemos unificación cambiaria (salida del cepo) a partir del 1 de enero, eso va a seguir presionando porque con retenciones y apreciación cambiaria se estrangula la rentabilidad agrícola. La ganadería puede seguir otro rumbo porque si efectivamente se recupera el mercado interno, que es el 70% de los clientes de la carne, o el 100% para los cerdos o el 90% para los pollos, va a ser positivo para estas cadenas más orientadas al mercado interno, que fueron las más golpeadas desde 2018 cuando empezó a caer el poder adquisitivo”.

Quien tiene una mirada distinta a la de Miazzo es Enrique Erize, titular de la Consultora Notivas, quien aseguró a Ámbito que hay esperanzas para los productores agropecuarios para 2025, porque la baja de impuestos podría llegar antes de lo previsto. Esta teoría cobra más fuerza ahora, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, ya que crecen las posibilidades de una ayuda económica a la Argentina tal como ocurrió en la presidencia de Mauricio Macri.

Según Erize, el panorama social y económico local es complejo, pero si no hay grandes turbulencias políticas y se supera diciembre (que suele ser un mes complejo en las calles) y el Gobierno pasa el verano sin mayores contratiempos con números inflacionarios que lo acompañen, el otoño podría llegar con novedades para el agro. “El blanqueo fue un éxito y si se confirman los u$s 8000 millones del Banco Mundial mas lo que pueda aportar el FMI, se puede generar una situación bastante favorable, que incluso podría derivar en una baja de impuestos. No descarto que haya un retoque a la baja en las retenciones hacia marzo o abril, lo que sería una buena señal para el campo”.