La nueva Secretaría tendrá tres grandes agencias dentro y dependerá del Ejecutivo. Un exfuncionario de Menem y Macri es el principal candidato del Gobierno para la agencia de Defensa.
El Gobierno quiere transformar la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para que vuelva a ser la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Al mismo tiempo, sumará un nuevo organismo que controle las áreas de Tecnología, Defensa y Seguridad Interior y dependenderá directamente de la órbita de Presidencia de Javier Milei.
La mesa chica del Ejecutivo define este nuevo ente interno como «contralor». Lo diseñó para llevar las cuentas de las actividades de las tres dependencias de la futura secretaría para que reporten a su titular, Sergio Neiffert.
Uno de los principales candidatos del Gobierno para la agencia de Defensa es el exagente de inteligencia Alejandro Colombo. Fue delegado de la SIDE en el exterior durante la presidencia de Carlos Menem y trabajó como asesor de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
Se le atribuye también una relación directa con el exdirector de Operaciones de la SIDE, Antonio Horacio «Jaime» Stiuso, y una importante vinculación al exembajador en el Vaticano, Esteban «Cacho» Caselli, enemistado con el papa Francisco.
La secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal, es la encargada de trabajar en el decreto que lanzará la reestructuración interna de la futura SIDE. Reporta directamente al asesor presidencial Santiago Caputo y se espera que le entregue el texto en las próximas semanas.
Las dos actuales dependencias de la AFI-Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad (DNIM) y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa (DNIEM)- no responden operativamente a la agencia y trabajan con sus ministros.
Es por eso que el Gobierno quiere realizar una reestructuración integral, que incluye la renovación de equipos técnicos y hasta la posibilidad de dejar de utilizar el edificio de 25 de Mayo. «Si fuera por mí, los echo a todos», expresó un funcionario involucrado en el armado de la secretaría.
Sostienen además que revisarán las designaciones de delegados exteriores que ejecuta la AFI a través de Cancillería. «Hay mucho equipo en países que no nos interesan. Vamos a reducir las delegaciones en los próximos meses y redistribuirlas», manifestó otro dirigente de la Casa Rosada.
La renovación de cuadros en la AFI se da en medio de las tensiones por las acusaciones internas de espionaje que le atribuyen a Posse a través de Sívori, extitular de la entidad. Milei no descartó que su exjefe de Gabinete haya espiado a los ministros y se remitió a decir que «es historia».
En el primer trimestre de gestión de la agencia, la AFI presentó gastos por $4600 millones de pesos y en lo que va de 2024, $9.500 millones. Se ejecutaron $517.000.000 en gastos reservados del total de $1.494.000.000 que fueron asignados para 2024.
Para el personal de planta, se gastaron $8.500.000.000 y para los bienes de consumo, $316.000.000. El gasto en pasajes se mantuvo en $18.160.000 y en viáticos rondó los $5.220.000.