En el marco de una carrera complicada, que se detuvo por más de dos horas por las condiciones climáticas, el neerlandés alcanzó su segundo título en el Gran Premio de Japón.
Debido a las condiciones climáticas y la gran cantidad de agua acumulada en el camino, el Gran Premio de Japón fue interrumpido por más de dos horas, provocando el abandono del Alexander Albon (Williams) y el español Carlos Sainz Jr. (Ferrari). Sin embargo, la lluvia no impidió que Verstappen defendiera su título.

En la pista, había gran incertidumbre por una posible distribución de puntos menor a la convencional como marca el reglamento de la F1 cuando las pruebas no cumplen con la totalidad de su desarrollo. Finalmente, tras debatir, el GP de Japón se pactó a 28 giros (52% de su distancia original) y la retribución correspondiente para el ganador (19 puntos) no le alcanzaba a Verstappen para renovar el título.
Una vez terminada la carrera, autoridades de la F1 confirmaron que Verstappen se había adjudicado las 25 unidades de una prueba ordinaria en base a un artículo del reglamento que salvaguarda ese derecho para las carreras que finalizan con bandera a cuadros como sucedió en Japón.
«Las normas relativas a la asignación reducida de puntos (artículo 6.5) sólo se aplican en caso de suspensión de la carrera que no se puede reanudar, y por lo tanto se otorgan los puntos completos y Max Verstappen es campeón del mundo», aseguraron.
El podio lo completaron Sergio “Checo” Pérez (Red Bull) y Charles Leclerc (Ferrari) quien recibió cinco segundos de penalización por una maniobra irregular ante el mexicano en el final.